MARTA LORCA

La emoción es el lugar desde el que surgen todas mis piezas.
Cuando creo, vuelco sobre el barro la energía que transita mi espíritu.
Mis obras son como señales, fragmentos a través de los cuales exploro la esencia de mis horizontes físicos y menos físicos, el origen de mis miedos o anhelos.
La conexión que experimento con la esencia y la materia de ciertos paisajes es crucial para mi trabajo. Me siento inevitablemente atraída por el origen de un metro de musgo, la historia de un alga, el lirismo de una roca o la profundidad de la tierra craquelada del desierto.
Manipulo el barro intuitivamente, creando nuevas arquitecturas a partir de formas y texturas extraídas de la naturaleza, a las que incorporo la energía que se desprende de mis gestos.
El producto salvaje es el espejo de mi mundo interior, descodificado con mayor o menor claridad conceptual, en función del flujo o ritmo de mis días.
El barro me ofrece formas que me hablan de vida, de tierra, de mar.